El 25 de Abril tocó madrugón, había mucho camino por andar y alguna broma con el alojamiento por gastar o soportar, ja,ja,ja,ja.
La primera parada en Cuéllar, villa segoviana amurallada, con importantes monumentos mudéjares y el castillo-palacio de los Duques de Alburquerque convertido hoy en instituto de enseñanza obligatoria.
Ha llovido mucho en Cuéllar desde su fundación allá por el siglo XI, aunque nosotros tuvimos la suerte de que las nubes respetasen nuestra visita a la villa, que sin duda conoció tiempos mejores que los que hoy atraviesa.
Nosotros queremos creer que "Ana y sus huevos"a través de las Clarisas tiene algo de mano con esto de la climatología y que por eso a lo largo de todo el sábado pudimos esquivar con bastante facilidad la lluvia.
La visita guiada por el castillo de los Duques de Alburquerque nos dejó el desayuno a la altura de los tobillos de tanto subir y bajar siguiendo la fascinante historia del edificio; y preparados para continuar viaje adentrándonos en la provincia de Segovia, donde el carácter de sus gentes va haciéndose más amable según nos distanciamos de la provincia de Valladolid.
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| En el patio de armas del castillo de Cuéllar |
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