lunes, 29 de junio de 2015

El fin de semana del 27 y 28 de junio... ¡con los motores calientes!


Os contábamos en la entrada anterior que estábamos "calentando motores" para ofreceros en las fiestas de San Juan nuevos bailes, y otras cosas rescatadas de la memoria de leoneses (que por el inexorable paso del tiempo vamos perdiendo) que conservaron, transmitieron e incluso ampliaron nuestra música, nuestros cantos y tradiciones.
Pues vaya si calentamos, ja, ja,ja,ja,ja casi hasta entrar en combustión espontánea entre el paño y la estameña de los rodaos. Ha llegado el verano con tanta fuerza y tal ola de calor que el día 27 en Botines sudamos los nervios, los miedos escénicos y casi hasta la memoria de los bailes. Mereció la pena, como siempre, el estrés, las carreras, los ensayos...
 Gracias por vuestros aplausos y vuestro calor (ese nunca nos sobra, por más capas de ropa que nos pongamos), por vuestras críticas constructivas y positivas, que nos animan a seguir investigando y llevando de un lado a otro no sólo los bailes y la música que son nuestras raíces, si no también los usos de vida, las anécdotas, los refranes, la indumentaria, la memoria de las gentes del pueblo y todo aquello, en fin, que conforma el acervo cultural de nuestra tierra.
Como seguimos inmersos en la ola de calor parece que las fotos nos llegan con lentitud... Así que de la tarde del sábado solamente podemos compartir estas tres en un momento del baile del Redoble de Cistierna (Gracias a Octavio por la prontitud en hacérnoslas llegar)



Por supuesto felicitar a todo BARANDAL desde aquí, por dar el "callo" a pesar de los pesares cotidianos, pues sin ideas no hay actuación, y sin músicos y bailarines que lleven a cabo las ideas tampoco. Hasta el papel más pequeño es un gran papel a la hora de llevar a buen puerto una actuación, pues aunque parezca que salen espontáneamente esos treinta minutos subidos  al escenario llevan muchas horas de trabajo, individuales y en grupo, detrás.
Por supuesto después nos fuimos a celebrar que nadie se cayó del reducido y mal clavado escenario (gracias a los compañeros y amigos de otros grupos por avisarnos del penoso estado de la tarima este año) con una buena cena y fiesta.

Y como de la fiesta se trata y a ella siempre estamos dispuestos, acudimos al día siguiente a la Fiesta Tradicional Campestre del Parque de La Candamia, junto con los Gigantes y Cabezudos y otros grupos tradicionales de León pasamos el domingo 28 bajo la sombra de los árboles y aunque con demasiado calor aún hubo ganas de echar unos bailes, cantar y tocar panderetas, gaitas y dulzainas antes y después de degustar la paella.

En distintos momentos por la mañana en La Candamia


Y después de la paella: ¡melón!, una buena siesta "espelurciadora" de moños
...Y hasta la próxima

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