Domingo 28 de julio: Muchos quehaceres...

El domingo 28 de julio anduvimos muy liados...
A primera hora de la mañana fuimos a "correr la diana" en Villamoros de las Regueras.
 Algunos mozos y mozas iban entonces para la cama, así que hubieron de esperar un poco para conciliar el sueño, pues con gaitas y dulzainas estuvimos paseando el pueblo hasta las diez y media de la mañana, ja,ja,ja. Después un chocolate con churros y a seguir jornada...

A las 12 doce del mediodía estábamos en Puente de Alba, es el segundo año que vamos, porque siempre gusta volver donde te reciben bien y te tratan mejor.
Tomamos al asalto (con permiso de la dueña) la casa de Jorge (nuestro gaitero más joven) y así tenemos refugio para los días de lluvia, como ayer que nos cayó algún chaparrón y para los de calor extremo, como nos hizo el pasado año.

A pesar de los chaparrones pudimos hacer el pasacalles hasta la iglesia y de la iglesia a la plaza, bailar unas jotas, bailar con la gente los agarraos y comer el chicharro, al que todos los años nos invitan en Puente de Alba.

¡Menudos tragaldabas somos!, ja,ja,ja y es que no solamente de jotas vive el hombre, ni la mujer, que los "trastos" hay que llevarlos a cuestas y los rodaos, manteos y sayas pesan un montón.

Después del almuerzo bien se puede llevar el estandarte

Dejamos la casa donde tan bien nos acogen...

¡¡Si hasta nos personalizan las empanadas!!

...y amenazamos con volver

Esperando que escampe el chaparrón

Bien podría pensarse que habían tocado a concejo si estuviésemos cien años atrás,
 pero solamente esperábamos a que parase de llover

Pasacalles de la iglesia a la plaza

Pasacalles de la iglesia a la plaza

Este año una sorpresa muy tradicional, vinieron unos cabezudos a bailar con nosotros

De tanto bailar y saltar con las madreñas hay que re-colocar la faja, claro

Bailando con el pueblo

Bailando con el pueblo

Bailando con el pueblo

Bailando con el pueblo

El descanso del "jotero" 

Y también de la "jotera"

Y después de este intenso día y con el "cuerpo de jota", aún hubo varios entregados que acudieron, ya sin el atavío tradicional, a ver el concierto de el Son del Cordel en Villamoros... Si es que nos entusiasma este rollo folkclórico, ¿qué le vamos a hacer?