Barandal de Boda en Caminayo (II) La Boda

Y al día siguiente, llegó el momento de la verdad... Os dejamos la crónica que de la boda escribió Armando y unas cuantas fotos, para que os hagáis una idea de por qué nos gusta tanto ir a Caminayo:

Brilló el sol de mayo y el colorido de los participantes y asistentes a la BODA MÁS RUMBOSA que se ha celebrado en Caminayo (León) en los últimos años.

Allá en lo alto, entre el verde monte y la florida escoba, se celebró el pasado 31 de mayo el enlace matrimonial entre María, de Caminayo, y Eduardo de Morgovejo.

Los novios, acompañados por sus padres, Zósimo y Lourdes, los de Maria, y Maximino y Teodora los de Eduardo. Todos ellos emocionados por la alegría que se desprendía del acontecimiento y rodeados de familiares y amigos hicieron que reviviera una boda a la antigua usanza, en lo más alto de la montaña.

La víspera ya fue sonada, pues los jóvenes y amigos de los novios los despedían con la música de gaitas y panderetas, que junto con el acordeón del tío Victor, dejaron en muy buen lugar a la representación de los músicos del Grupo BARANDAL, pues amenizaron el preludio de la fiesta hasta la madrugada, para seguir el día siguiente con el refuerzo de las dulzainas y las bailadoras de BARANDAL.
El día de la boda dio comienzo con el lanzamiento de repetidos "voladores" que explotaban con el estruendo propio, reforzado por las montañas que arropan a Caminayo.
Un pasacalles alegre, por las empinadas calles, llevó a la comitiva hasta la casa de la novia, portando un precioso arco, confeccionado por las amigas de ésta. A la puerta de su casa le cantaron aquellas canciones propias de otros tiempos: "ésta si que se lleva la gala, esta sí que..."
Luego tras abrir las puertas de su casa, La novia, María, visiblemente emocionada, pudo seguir oyendo aquellas melodías, de : "despídete niña hermosa de la casa de tus padres..."

Camino de la casa de la novia, antes de recoger el arco de flores.

Abran las puertas señores, queremos entrar cantando, queremos ver a una niña que la sacaron del bando

Luego tras abrir las puertas de su casa, la novia, María, visiblemente emocionada, pudo seguir oyendo aquellas melodías, de : "despídete niña hermosa de la casa de tus padres..."
Más tarde la novia acompañada del padrino, bajo el arco de flores portado por dos componentes del Grupo BARANDAL, ataviadas con la indumentaria regional, emprendió el camino de la iglesia, seguida por los invitados, gaiteros, dulzaineros, pandereteras, que no pararon de tocar y cantar.
El novio, Eduardo, (aunque con retraso), esperaba a María a la puerta de la Iglesia para dar comienzo a la ceremonia religiosa.

Camino de la iglesia, la novia y el padrino escuchando el canto de bodas.

La misa oficiada por el joven sacerdote del pueblo, (perdón pero no recuerdo su nombre), estuvo llena de momentos emocionantes, en los que más de un@ derramó alguna lágrima. Durante la misa el Grupo BARANDAL, acompañó cantando la MISA LEONESA.

En un momento de la ceremonia. Barandal en el coro de la iglesia de Caminayo

A la salida de la iglesia, los novios, bajo el arco, fueron recibidos por todos los asistentes con lanzamientos de flores, arroz y confetis. BARANDAL les cantó un RAMO DE BODA con letra personalizada, que le fue entregado en un pergamino a la novia, que no sabemos si sería por el contenido, o por el detalle, totalmente emocionada, se le escapaba alguna lágrima.

A la salida de la iglesia durante el canto del ramo

A la puerta de la iglesia se bailaron jotas, que los asistentes aplaudieron agradecidos, y otros venidos de Bilbao y otras ciudades, ante el colorido de los trajes regionales, la música de gaitas, dulzainas, acordeón y panderetas, quedaron asombrados, o como dirían los jóvenes "fliparon".
Todos en comitiva y al son de la música subimos hasta el único bar del pueblo (el tele-club) donde pudimos degustar los productos típicos de la zona, regados con buenos vinos
Los invitados pasaron después a una carpa, colocada expresamente para el evento, donde fueron agasajados con un banquete.

Felicitamos a los novios por su nueva situación, deseándoles toda la felicidad del mundo y a los padres y familiares darles la enhorabuena por el día que nos permitieron vivir a su lado.
A las amigas de la novia agradecemos la iniciativa y la buena organización de todo cuanto pudimos disfrutar.

¡¡VIVAN  Y REVIVAN LOS SEÑORES NOVIOS!!

Sólo nos queda despedirnos con la alegría y la esperanza de que los pueblos de nuestra provincia, principalmente de nuestra montaña vuelvan a vivir y retomar las tradiciones y costumbres para que acontecimientos como éste, que os contamos, puedan repetirse.

Un cordial saludo del GRUPO BARANDAL DE LEÓN.