lunes, 14 de octubre de 2013

Actuación para El Instituto Confucio- 10 Octubre 2013

Somos los leoneses gentes peculiares a veces, tenemos "casi de todo" y nos enorgullece, pero a la hora de mostrarlo parece que nos echamos para atrás; que nos diera miedo enseñar "lo nuestro, por si no estuviese a la altura de lo de los demás". Esto nos conduce casi por sistema a que sea León una de las grandes desconocidas de España (la ciudad y la provincia).
En "marketing y publicidad" parece que fallamos los leoneses de manera estrepitosa, ja,ja,ja,ja...
El jueves 10 de Octubre, el Instituto Confucio de la Universidad de León nos ofreció una ocasión de remediar un poco esta situación de desconocimiento de León que se repite en casi todos los campos, no solo en el folclore.
Celebraba el Instituto Confucio su segundo aniversario en nuestra ciudad, en las instalaciones de la Fundación Sierra Pambley, con un acto académico y un concierto, para recibir a la delegación china de la Universidad de Xiangtan y Barandal se encargó de darles la bienvenida con una pequeña muestra de nuestras tradiciones, primero en la calle Dámaso Merino y a continuación en el patio-jardín del edificio.

Posteriormente asistimos al concierto a cargo de la italiana Isabella Amati (mezzosoprano ) acompañada al piano por la pianista leonesa Elisa Rapado y del coro Cantarte-León; que nos embelesaron con su buena música.




Nuestra participación fue breve, y por qué no decirlo... sosa, para lo que solemos hacer. Pero nos advirtieron tanto que los chinos no gustan de estridencias, algarabías y jaleos y nos impusieron un protocolo de inclinaciones de cabeza, que tal vez se vayan los representantes de la Universidad de Xiangtan con una idea algo equivocada de nuestras costumbres. No vamos a profundizar más en ello, pues donde hay "patrón no manda marinero" y en una escasa media hora hicimos lo que se nos pidió, con mucho esfuerzo detrás, por parte de todo el grupo, pues casi no hubo tiempo de ensayos y pretender que gaitas y dulzainas no suenen fuertes y potentes es casi como pedirle a un mudo que cante...
Así que desde aquí, nuestra pequeña ventana virtual al mundo, un aplauso alegre, fuerte, estruendoso y bien sonoro (nada de "sosainadas") para Pilar de Cabo, que nos condujo en esta aventura con su saber hacer, sin ahogar en aras del protocolo chino la alegría de nuestro folclore; a los músicos de Barandal que acabaran siendo virtuosos por su capacidad de amoldarse a casi todo lo que se les pide y a los bailarines, que sudaron tanto o más para bailar unos puntos más despacio en aquel césped que cuando tienen que hacerlo a toda velocidad y a plena solana.
No deberíamos olvidar los leoneses que ya el Códice Calixtino elogia no sólo nuestra ciudad, si no nuestro carácter hospitalario y nuestro saber hacer como anfitriones, aunque no entre en nuestros protocolos andar haciendo inclinaciones de cabeza más que en la fiesta de Las Cabezadas (y esta se celebra allá por Abril).




















No hay comentarios:

Publicar un comentario