A propuesta de Rosa, tanto componentes de Barandal como acompañantes, debíamos asistir a la cena con un tocado, como si de la cena de gala con el capitán del barco se tratase...
Si... nos vinimos arriba un poco... Para muestra no un botón, si no alguna foto
Finalmente, parece que hubo un poco de lío con el tocado... Y no se sabía si íbamos a la cena de gala del capitán del barco, a una bacanal romana, a las carreras de Ascot, al reino de la princesa prometida, a un balneario de principios del siglo XX o a bailar la rumba a una extraña república bananera. El caso es que lo pasamos fenomenal y nos divertimos un montón.
El hotel desconociendo que nosotros llevamos la música incorporada, nos había reservado la discoteca y después de la cena, los que quisimos, fuimos a "echar unos bailes" antes de ir a la cama.
Con nuestro afán investigador, descubrimos incluso que los fantasmas de un fontanero y una camarela de habitación habitaban en el hotel gastando bromas con los diversos modelos de duchas de las habitaciones y las toallas.
El domingo por la mañana disfrutamos de un paseo en barco por el Duero. No pudimos contemplar tantas aves rapaces como esperábamos, y es que está claro que este fin de semana con la climatología en contra no era el indicado para "pajarear", ni en Villafáfila, ni en los Arribes.
De lo que sí dimos buena cuenta fue de la degustación a bordo de los vinos de la zona.
Tras la navegación comimos en Miranda do Douro, aprovechamos para hacer compras y pasear y satisfechos con el fin de semana volvimos a casa con las pilas bien cargadas para comenzar la temporada de actuaciones que se nos avecina.
Santi Salazar nos condujo una vez más a León, sin ningún tipo de incidencia... excepto que Pilar pretendía conducir ella, ja,ja,ja,ja,ja
Hasta la próxima
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